por Sergio Cantú
Al caminar por las calles de Colima, es difícil no notar las fachadas pintadas con grafitis descontrolados o los puestos ambulantes que se multiplican en cada esquina. Estos fenómenos, aunque parezcan cotidianos, cuentan una historia más profunda sobre las necesidades y los desafíos de nuestra comunidad.
Grafiti Vandálico: Arte o Desorden
El grafiti puede ser un medio de expresión, pero cuando se realiza sin permiso, deja de ser arte y se convierte en un acto vandálico que afecta a todos. Las paredes de nuestras casas, negocios y espacios públicos se transforman en lienzos no deseados que transmiten una imagen de abandono.
Las consecuencias de los grafitis descontrolados:
Impacto visual negativo: Un entorno descuidado genera incomodidad y puede disuadir la llegada de visitantes o inversores.
Costo económico: La limpieza y restauración de estos espacios representa un gasto recurrente para propietarios y autoridades.
Desconexión social: Este tipo de acciones puede ser reflejo de una falta de sentido de pertenencia o apoyo comunitario.
Propuestas para cambiar el panorama:
Promoción del arte urbano regulado: Crear espacios legales donde los artistas puedan plasmar su talento y embellecer la ciudad.
Educación comunitaria: Implementar talleres en escuelas y colonias para fomentar el respeto por los espacios comunes.
Vigilancia ciudadana: Fomentar la denuncia responsable y la colaboración con las autoridades para proteger nuestras calles.
El Ambulantaje: Entre la Necesidad y el Caos que dá a día crece más.
Por otro lado, el comercio informal es una realidad que no podemos ignorar. Muchos recurren al ambulantaje como única opción para llevar sustento a sus hogares, pero su proliferación desmedida también trae consigo serias repercusiones.
Problemas derivados del ambulantaje sin control y la falta de regularización por parte del municipio
Obstrucción del espacio público: Las banquetas se vuelven intransitables, afectando a peatones y personas con discapacidad.
Competencia desleal: Los comerciantes establecidos, que cumplen con normativas e impuestos, enfrentan una desventaja significativa.
Riesgos sanitarios: La falta de regulación en alimentos y productos puede poner en peligro la salud de los consumidores.
Soluciones posibles para equilibrar la situación:
Zonas designadas: Establecer áreas específicas para el comercio informal, con infraestructura adecuada.
Capacitación y formalización: Brindar herramientas y beneficios a quienes deseen regularizarse, incentivando su integración al sistema formal.
Diálogo constante: Involucrar a comerciantes informales en mesas de trabajo para construir soluciones consensuadas.
Un Llamado a la Acción Ciudadana y a sus respectivas autoridades.
Tanto el grafiti vandálico como el ambulantaje son reflejos de problemas sociales y falta de regularizacion por parte de las autoridades,estos son más profundos que requieren soluciones colectivas. Es momento de dejar de ver estos temas como simples molestias y reconocerlos como oportunidades para trabajar juntos por un Colima más ordenado, justo y solidario.
Construyamos un Colima donde las paredes cuenten historias de creatividad, no de abandono, y donde el comercio informal se vuelva formal encontrando su espacio sin afectar el orden urbano. El cambio está en nuestras manos. ¡Hagámoslo realidad!