El mensaje que con motivo del cuarto informe de labores dirigió el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, mostró una situación diferente a la que estamos viviendo todos los mexicanos, donde la inseguridad, no ha disminuido y el número de crímenes dolosos se ha disparado en todo el país y muchos estados viven diariamente situaciones muy difíciles de inseguridad. Desapariciones, homicidios, secuestros, robos, etc.
Al comparar las muertes intencionales registradas en los primeros tres años y siete meses del gobierno de López Obrador con el mismo periodo de Felipe Calderón, ese delito tiene un incremento de 124%, pues con el panista en ese lapso ocurrieron 56,964 muertes violentas y con López Obrador 128,152.
En los primeros tres años y siete meses de Enrique Peña Nieto, se registraron 81,980 homicidios lo que significa que, en el gobierno de la 4T, se registra un aumento de 56%.
En el informe del Presidente López Obrador, en ninguna parte habló de cuántos feminicidios han ocurrido en lo que va de la actual administración federal.
Por lo que respecta a las desapariciones, en el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa de 2007 a 2012, en todo su sexenio se registraron 17 mil 262; lo que dio un promedio por mes de 239 casos.
En el sexenio de Enrique Peña Nieto de 2013 a 2018, registró 35 mil 216, lo que dio un promedio por mes de 289 casos.
En lo que va del actual gobierno de Andrés Manuel López Obrador, de 2019 al mes de junio de 2022, registra 31 mil 725, lo que da un promedio mensual de 355 desapariciones.
En el análisis que realizó el comité directivo estatal del Partido Revolucionario Institucional, no coincidimos con los supuestos logros que mostró el Presidente de la República, en materia de Seguridad, donde habló de que se había reducido el número de homicidios en 2.8% y en lo que va del año se estima un 10.4%.
No es con cifras maquilladas como se puede ocultar la realidad que estamos viviendo los mexicanos; vivimos una inseguridad cada vez mayor, quema de vehículos, muertos, enfrentamientos, crímenes en los Estados de Chihuahua, Sonora, Baja California, Zacatecas, Durango, Quintana Roo, Veracruz, Jalisco, Guerrero, Michoacán, Aguascalientes, Guanajuato, y de Colima, por señalar algunos.
No hay estado donde no haya habido fusilamientos, desapariciones, localización de fosas clandestinas, asesinatos de mandos policiacos o elementos de las corporaciones policiacas, secuestros, feminicidios, esa es la realidad de nuestro país.
Lamentamos que el gobierno federal pretenda ocultar la gravedad del problema de la inseguridad, y el crecimiento de los grupos del crimen organizado; tenemos que reconocer que en muchos lugares ya no prevalece el imperio de la ley, sino la ley de las metralletas.
Hay zonas donde no impera la ley, ni se respeta a las autoridades electas, a nivel estatal, federal o municipal.
Creemos que el camino debe de ser el de la estrecha coordinación entre el gobierno Federal, los Estados y los Municipios, el proveer de recursos suficientes y de tecnología, así como de capacitación, a todas las fuerzas policiacas de los tres órdenes de gobierno.
Asimismo, nos pronunciamos porque haya un respeto irrestricto a lo señalado por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en donde el artículo 21, ordena que la Guardia Nacional debe estar bajo el mando de un civil y que debe ser ciudadana y no militarizada.
Nuestras fuerzas armadas son instituciones que tienen todo el respeto y respaldo de la sociedad mexicana. Y están entrenados y capacitados para defender la soberanía nacional de cualquier intromisión de otro país. No están preparados para realizar labores policiacas ni de prevención, ni para realizar acciones de aduaneros, constructores, ni transportar medicinas.
En casos de emergencia, siempre se ha contado con el apoyo de la SEDENA y de la Marina-Armada de México y así se los reconoce el pueblo mexicano.
No los desviemos de sus funciones constitucionales para los que se han creado las Fuerzas Armadas de México
Combatir a la delincuencia es una tarea del gobierno federal, gobiernos de los estados y gobiernos municipales, debe existir coordinación para el uso de las tecnologías, de capacitación, y recursos económicos suficientes, para que se pueda combatir a la delincuencia en general.
Debemos unirnos, Gobierno y Ciudadanos, para combatir la delincuencia, pero no es militarizando el país como se resolverá el problema de la seguridad nacional.
Reiteramos nuestro apoyo y respeto a las Fuerzas Armadas de México